Nuestros cuerpos necesitan electrolitos para la contracción muscular, la señalización nerviosa, la salud ósea y para ayudar a prevenir los calambres musculares. Una de las funciones principales de los electrolitos es mantener el equilibrio de líquidos antes, durante y después de un entrenamiento duro. El sudor contiene agua y electrolitos, por lo que la rehidratación es tan importante.